lunes, 28 de octubre de 2013

ES SÓLO UNA CUESTIÓN DE TIEMPO.

Llevo tiempo dándole vueltas, cambiando de tuerca, mirando nuevos detalles en las pequeñas cosas, en las cosas más simples y bellas... no sé si saben qué bien sabe la vida cuando se saborea de veras.
Llevo tiempo luchando a capa y espada, con la palabra y con la mirada, con el latido de mi corazón sincero, para que quede claro que lo que de verdad importa en esta tierra es lo humano; eso es lo más natural y verdadero.
Llevo tiempo alejándome de la conformidad, del adiestramiento de cerebros por parte de los gobiernos, de las mentiras con patas, de aquellos que no son ellos, que son robots perfectos, que no se desnudan, que no muestran sus miedos, que no dicen ni lo siento ni te quiero.
Llevo tiempo negando con todas mis fuerzas, apretando los puños y la mandíbula, manteniéndome firme e inamovible en esta trinchera que adopto por casa, porque no pienso rendirme; creo que el amor es la pregunta y la respuesta.
Hablo de un amor puro, uno que no levanta muros, que no cierra puertas, que no corrompe ni coarta libertades, que no destruye hogares, que quema el dinero a base de un beso sincero, que cura el dolor de una pérdida con un abrazo eterno, que ríe por las noches con la almohada, que sonríe cuando puede a duras penas, un amor que quiere y respeta... sólo el amor sabe cómo sabe.
De verdad, somos humanos, y no voy a parar hasta que desaparezcan todas las banderas. Quiero un mapamundi limpio, sin heridas de guerra, sin fronteras que me hablen de quién tiene más suerte por nacer en un punto o en otro de este planeta. No voy a cesar hasta que relajemos el ceño y respiremos algo más de vida, hasta que cada día en cualquier parada de autobús me encuentre una sonrisa que me sonría. No voy a abandonar a pesar de que esta sociedad deshumanizada de valores, perdida de sentimientos, comprada con dinero, trate de convencerme de lo contrario.
Por eso, detengan por un segundo su mundo, quítense esa absurda careta, relajen las facciones de su cara, y sean puramente felices; sean cómo sean. 
Es todo tan sólo una cuestión de tiempo, y puede que en menos de un suspiro la vida se aleje, tal como la conocemos. Por eso ya no vale dejarlo para otro momento, llenar una hoja de buenos propósitos solamente cuando llega el año nuevo, ni aplazarlo con intereses para dentro de unos cuantos futuros inciertos. Hoy es el momento preciso y el lugar correcto. Hoy, es el regalo más bonito que tenemos. 




Fotografías tomadas el 27 de Octubre de 2013 en San Sebastián de los Reyes, Madrid. 










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